Tras el triunfo del golpe militar de 1936, algunos combatientes republicanos siguieron luchando por las libertades durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando esta terminó, de regreso a su país se echaron al monte para, además de evitar las previsibles represalias de los vencedores nacionales, seguir defendiendo sus ideales. Este grupo de guerrilleros recibió el nombre de «maquis», cuya etimología proviene de las zonas de arbustos y matorrales (maquia) en las que desarrollaban su actividad. Manuel Antonio García Iglesias, su autor, ganó el Premio de Novela Gráfica «Óscar Muñiz», Gobierno de Cantabria 2021 –convocado por la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria y que ahora publica Valnera– con una historia que recrea la peripecia de tres mujeres que a finales de los años cuarenta actúan como enlaces de cinco guerrilleros que se han hecho fuertes en el monte.

Con un dibujo realista, que en algunas viñetas se resuelve con simples matices abocetados, el artista aborda la historia plasmándola sobre un fondo de tonos verdosos que en el caso de las figuras remarca con trazos grisáceos amarronados. Las tonalidades de las viñetas adquieren matices diferentes según pretendan reflejar explosiones (imágenes temblorosas), recuerdos (suavidad cromática, tono difuminado), la niebla o la noche (imágenes desenfocadas), el pavor (coloración rojiza)…

La figura de los enlaces fue fundamental en la resistencia, pues procuraban a los emboscados alimentos, ropa, tabaco, información…, y preservaban su supervivencia mientras se jugaban su propia vida.